domingo, 29 de noviembre de 2009

182.- La casa

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Subimos los tres escalones que nos conducían a nuestra casa, a nuestra nueva vida.

Era una casa espaciosa, con un gran salón con el que se comunicaban: una gran biblioteca, a la izquierda, una salita oscura, casi tenebrosa diría yo, al centro y una cocina al fondo, a la que se accedía por un gran pasillo. La escalera que comunicaba las habitaciones superiores con la parte baja era amplia, de madera, cuyos escalones crujían (y emitían un sonido terrorífico al pisarlos).

Desde el principio me dio la impresión de que no estábamos solos, no sé cómo explicarlo, pero nada más abrir la puerta, oí ruidos extraños, ruídos inexplicables, no sabría decir de dónde venían.

Eva y yo, nos sentíamos felices, subimos, vaciamos la maletas, ordenamos la ropa y luego nos tumbamos en la cama de matrimonio, fue agradable, nos abrazamos y bajamos al salón.

Nos tomamos un café, y me acerqué a la biblioteca a leer un poco. Nada más entrar oí un ruido que me asustó, sentí una presencia tras de mí, me dí la vuelta y salí corriendo, cerré la puerta por fuera con llave, y nunca más volví a entrar en ella, Eva no sabía nada.

Aquella noche, mientras Eva dormía, me desperté y bajé al servicio, pero me quedé paralizado, porque observé un pequeño movimiento, algo apenas perceptible se movía por el pasillo y se internaba por la cocina. Ahh!!, grité cuando Eva me tocó el brazo, ella también había sentido algo y se despertó.

Vámonos a la cama, esto debe ser por el cansancio, me dijo, mañana será otro día.

Ni qué decir tiene que no pegué ojo en toda lo noche, imaginando en mi mente qué tendría aquella casa, quizás no nos pertenezca nunca, les pertenece a ellos.

A la mañana siguiente no hablamos del tema, ni queríamos ni teníamos tiempo para ello.

Preparamos el desayuno y nos fuimos al trabajo. Eva estaba guapa, deslumbrante, de una belleza turbadora.

Nada más verme, todos se quedaron boquiabiertos, fríos, me miraban con extrañeza, aterrorizados, ¿qué os pasa? les espeté; mi jefe, el único con valor para hablarme me preguntó: ¿cómo es posible que estés aquí, si ayer asistimos a vuestro entierro?
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autor: Coltrane (cuento con 365 palabras justas)
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COMENTARIOS EN CASTELLANO POR FAVOR!
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9 comentarios:

Pilar dijo...

Un escalofrío me ha recorrido la espina dorsal.
Mientras lo leía recordaba la película los otros.
Me ha gustado.

Elfreelang dijo...

Buf! quin esglai! a mi també un calfred m'ha recorregut l'espinada! molt bon conte de terror! felicitats!
Uf! que espanto!! A mi tambien un escalofrío me ha recorrido el espinazo! un buen cuento de terror.!felicidades!

xaruga dijo...

Amb aquest final un es queda amb la boca oberta i si li escapa: hòstia!


Con este final, uno se queda boquiabierto i exclama: Hostia!

kweilan dijo...

Qué miedo! fantástic relato. Felicidades!

bajoqueta dijo...

Coltrane muchas gracias por tu cuento, la verdad es que da miedo el final...

Pep dijo...

Felicidades, un relato que al final tiene su premio, mas miedo aún.

assumpta dijo...

Un cuento con doble susto mortal!!!
=)))

Gregorio dijo...

Gracias, bajoqueta, por darme la oportunidad y por poner la nota de: comentarios en castellano.
Coltrane

bajoqueta dijo...

Gracias a ti Gregorio por escribirnos este cuento ;)