domingo, 1 de noviembre de 2009

154.- Castigo


No logro borrar los recuerdos desagradables de la escuela. Cuando me encuentro con mis compañeros de antaño, tan solo puedo asentir a sus afirmaciones jocosas de un colegio que parece distinto al que yo viví. Trozos de mi memoria perdidos, y la visión del oscuro pasaje que comunicaba las aulas, se atropellan con las de esa otra realidad. Don Gervasio decía que tenía el don de sacarle de sus casillas. Siempre era yo el amonestado, el caneado y expulsado, aunque el ruido, la risa o los insultos salieran desde la otra punta del aula.
—Pero yo no fui.
—¡No repliques! —Decía mientras me halaba de las orejas o del pelo hasta el pasillo.
Salvo el volar de los insectos, el silencio era tan profundo que me hacía caer en lo más recóndito de mis miedos; el tiempo parecía detenerse; la luz desaparecía; tan sólo el sonido del timbre del recreo me sacaba el tiempo suficiente como para deleitarme con las niñas de quinto. Me fascinaba verlas descender por las escaleras tan ordenadas, con las bolsitas del almuerzo colgando y sus lazos coloridos y largos, hasta que algo sucedió. Las nubes escondían un sol cada vez más escaso, ennegreciendo los espacios; momentos antes había reclamado mi atención un gran lazo violeta, seguido de uno verde, y luego otro rojo que jugueteaba con el pelo. Las siluetas proyectadas de las mocitas cambiaban con la intensidad del sol, hasta desaparecer; las niñas dejaron de verse y la luz irrumpió con fuerza anunciando tormenta. Sentí alivio. Creía que la oscuridad era mi peor enemigo, hasta la imprevista visita de aquellas sombras desaparecidas momentos antes de abandonar a sus dueñas. Inalterables, no podría asegurar si subían o bajaban, no tenía forma de huir, debía esperar que aquel mal sueño terminara; cerré los ojos, pero al abrirlos, aún estaban tapizando los fondos, invitándome a seguirlas. Subían, bajaban… bajaban. Negras, grises, borrosas formas perturbadoras. Sonó el timbre, abrí los ojos y ahí estaban de nuevo los colores radiantes en los lazos de las bellas siluetas que ascendían. Nunca volví a verlas. He de confesar que intenté librarme de los castigos, y aún sigo preguntándome, ¿qué hubiera sucedido de haber marchado con ellas?
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autora: Carmen Rosa Signes, del blog El libro de Monelle (cuento con 365 palabras justas).
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El cuento está inspirado en una foto de Sergio Larrain tomada en Valparaíso, Chile en 1957
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COMENTARIOS EN CASTELLANO!
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22 comentarios:

bajoqueta dijo...

Carmen, muchísimas gracias por participar e inagurar con este cuento este mes de miedo. Y bienvenida al blog dónde espero que te quedes enganchada y no puedas dejar de venir ;)

Carmen Rosa Signes dijo...

Gracias Sònia. Será un placer formar parte de tu familia. Un honor haber inaugurado este mes del terror. Espero conseguir, al menos, algún respingo con mi relato. Por cierto, me encanta el género, si no te importa repetir autora, te envío otro pues creo que algún te faltan algunos para completar el mes. Ya me dices.
Besos y de nuevo gracias.
Carmen

bajoqueta dijo...

Carmen, no me cambies el nombre que no me llamo así jajaja. Estoy programándolos todos y luego más tarde actualizo cuantos faltan, que ya son muy poquitos. Si no se pueden publicar este mes los publicamos en otro.
Gracias!

Carmen Rosa Signes dijo...

Disculpa bajoqueta, soy muy torpe y olvidadiza sobre todo para los nombres jeje. Quedo a tu disposición por si las moscas jeje
Besos

bajoqueta dijo...

Carmen no te preocupes que yo con los nombres soy fatal... a veces me presentan a alguien y al cabo de dos segundos ya he olvidado su nombre...

Elfreelang dijo...

Molt ben escrit! Muy bien escrito!
m'ha agradat molt! me ha gustado mucho! una història molt ben trenada! una historia muy bien trenzada! Ei us aviso que s'ha colat una errada! ei os aviso que se ha agazapado un error: halar va con hache ..."mientras me halaba de las orejas"

bajoqueta dijo...

Elvira menos mal que estás en todo!

kweilan dijo...

Buen relato para inaugurar este mes con el que Bajoqueta nos hará temblar de miedo!!!

Carmen Rosa Signes dijo...

Hola de nuevo, me gusta esto. Mi blog no está tan animado jeje Pues nada nos cogeremos de la manita jaja ¡Despistados al poder! jeje
Gracias Elvira por el comentario y estar con los despistes de una que suele colar siempre alguna (confiar mucho del Word no es bueno)Me alegra saber que te gustó, por cierto comprendo a la perfección el catalán, aunque me expreso mejor en castellano, soy valenciano parlante, y lo comprendo todo, pues soy de Castellón.
Abrazos y besos para las dos.
Carmen

Carmen Rosa Signes dijo...

Gracias Kweilan por el comentario.
Abrazos.
Carmen

Marta dijo...

M'ha agradat aquest conte. És dels que et manté atent fins al final i quan acabes voldries saber més. Té un to molt ben trobat.

Me ha gustado mucho este cuento. Es de los que te mantiene atento hasta el final y cuando acabas quieres saber más. Tiene un tono muy acertado.

Jordi dijo...

uff!! Yo nunca hubiera marchado con ellas!!

Carmen Rosa Signes dijo...

Marta muchísimas gracias, y ahora deja volar la imaginación pero no dejes que el miedo gane.

Jordi, yo tampoco hubiera seguido a las sombras por nada del mundo. Gracias por leerlo.

Besos a los dos.

Carmen

Estranger dijo...

Inquietante.Echo en falta una banda sonora de risas quedas, quizá algún canto coral, sonido de zapatos,roces de tela con la pared...

Quizá es que he visto demasiadas películas. Pero el relato está muy bien escrito.

Bona vesprà!

Carmen Rosa Signes dijo...

Gracias Estranger por leer y sobre todo poner banda y efectos sonoros a mi relato, quizás ya los hayas escuchado mientras lo leías. No podías haberlo seleccionado mejor.
Besos.
Carmen

berta dijo...

Una bona inauguració del novembre de terror!

Una buena inauguración del Noviembre de terror!

Pep dijo...

buen relato,
me acuerdo de mis tiempos en clase,
de los castigos, yo tambien era de los que me castigaban, aunque creo que con razón.
I las niñas de quinto..............
Que tiempos aquellos ¡¡¡

Gracias por escribir tantas sensaciones.

Carmen Rosa Signes dijo...

Berta y Pep, gracias por vuestros atentos comentarios, estoy feliz al ver que mi cuento a gustado a tan variada gente. Eso siempre anima a seguir escribiendo.
Besos.
Carmen

Anónimo dijo...

Un relato muy plástico: blanco, nehro y lazos de colores volando al viento.
Me gusta.

Luguca.

Carmen Rosa Signes dijo...

Luguca, gracias por captar esa cualidad que siempre gusto de dar a mis textos, aunque en ocasiones no resulte fácil. Besos.
Carmen

rebaixes dijo...

Comiença con buen pié este mes de tembleque... A ver si lo resistimos. Anton.

Carmen Rosa Signes dijo...

Gracias Rebaixes por leer mi cuento.
Abrazos.
Carmen