Una vez más, con una rosa entre sus dedos y con la mirada perdida, se reencontraba con Fermina... con su amor; una vez más Germán acudía a su última cita y, aunque fuesen ya muchos los años transcurridos desde el fallecimiento de ella y más aún desde el aparatoso accidente de tráfico en el que a Fermina hubiéronle de esxtirpar un globo ocular, con lágrimas en sus ojos, Germán le pedía perdón.
“No pude evitarlo Fermina, no lo vi... sé que fue un error imperdonable, me atormenta cada día el recordar la sonrisa arrancada de cuajo de tu faz, pero yo te sigo queriendo Fermina, nunca me importó el ojo de cristal que te colocaron, para mi sigues siendo tú, mi hermosa y amada Fermina.
Sabes que aunque los médicos dijeron que no tuvo nada que ver el accidente con tu muerte, yo sé que sí...
Perdóname Fermina, si me perdonas y quieres que siga viniendo a verte, da un golpe, o haz algo Fermina, si no... entenderé que no quieres que venga más a molestarte, que ya no me quieres y que no me perdonarás jamás”.
El pobre Germán aguardó hasta el crepúsculo delante del nicho, con el único ruido de sus sollozos de enamorado empedernido.Mientras se le rasgaba el corazón, colocó la rosa en el florero lateral; Germán echó a andar lentamente, cabizbajo murmuró un “adiós amor mío”; se secó las lágrimas y se sonó la nariz. Ya estaba afuera, lejos de su amada cuando, al otro lado de la lápida, los despojos que soportaban el ojo de Fermina cedieron y un golpe, producido por la caída del ojo sobre la madera, sonó, como si alguien diera con sus nudillos en la piedra, pero solo fue escuchado por Lucas que habiendo presenciado toda la escena dijo “tarde y mal Fermina, tarde y mal como siempre”, volviendo así a repetir aquello que ya dijo en el bar cuando al paso del coche fúnebre, en la puerta y con una copa en la mano se encontraba el gracioso de Ginés, que alzando la copa a modo de brindis emitió un saludo mudo y entrando murmuró con voz triste y baja “siempre quiso tener chófer”.
.“No pude evitarlo Fermina, no lo vi... sé que fue un error imperdonable, me atormenta cada día el recordar la sonrisa arrancada de cuajo de tu faz, pero yo te sigo queriendo Fermina, nunca me importó el ojo de cristal que te colocaron, para mi sigues siendo tú, mi hermosa y amada Fermina.
Sabes que aunque los médicos dijeron que no tuvo nada que ver el accidente con tu muerte, yo sé que sí...
Perdóname Fermina, si me perdonas y quieres que siga viniendo a verte, da un golpe, o haz algo Fermina, si no... entenderé que no quieres que venga más a molestarte, que ya no me quieres y que no me perdonarás jamás”.
El pobre Germán aguardó hasta el crepúsculo delante del nicho, con el único ruido de sus sollozos de enamorado empedernido.Mientras se le rasgaba el corazón, colocó la rosa en el florero lateral; Germán echó a andar lentamente, cabizbajo murmuró un “adiós amor mío”; se secó las lágrimas y se sonó la nariz. Ya estaba afuera, lejos de su amada cuando, al otro lado de la lápida, los despojos que soportaban el ojo de Fermina cedieron y un golpe, producido por la caída del ojo sobre la madera, sonó, como si alguien diera con sus nudillos en la piedra, pero solo fue escuchado por Lucas que habiendo presenciado toda la escena dijo “tarde y mal Fermina, tarde y mal como siempre”, volviendo así a repetir aquello que ya dijo en el bar cuando al paso del coche fúnebre, en la puerta y con una copa en la mano se encontraba el gracioso de Ginés, que alzando la copa a modo de brindis emitió un saludo mudo y entrando murmuró con voz triste y baja “siempre quiso tener chófer”.
autor: tonosepe, del blog Barruntadas e imágenes (conte amb 365 paraules justes!)
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11 comentarios:
jajajaja boníssim!
Però al fons segur que l'estimava molt i volia que l'anés a vore.
Gràcies pel conte Tonosepe
Molt ben lligat, m'ha agradat.
Molt bo!
M'ha fet riure. Molt ben estructurat, es cert. Jajaja
Hihihi
Bo, bo, boníssim!!!
;)
Gracies a tots. Petons.
Jo també ho paso molt bè quan escribiu vosaltres, es tot un plaer.
La primera part del conte m'ha recordat al començament d'un conte de Poe.
Al final m'he quedat amb la boca oberta i un somriure.
M'ha agradat la barreja.
Impagable, l'ull de vidre com a vehicle de comunicació entre els dos antics amants, llàstima desprès de l'esforç de Fermina per fer-se sentir, que ja no hi fos en Germán. Felicitats pel relat :)
Increïble. Has fet parlar els morts d'una forma versemblant!
El sentit de l'humor, de color negre està clar, emplena aquest relat impagable,i és que l'autor és una brillant ploma narradora i poètica.
¡Osti, es buenísimo!
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